GEIDIS caracteriza la Displasia Broncopulmonar con un registro de 1.755 pacientes



El Grupo Español de Investigación en Displasia Broncopulmonar (GEIDIS) ha publicado, en el European Journal of Pediatrics, los principales hallazgos del registro de esta enfermedad pulmonar que afecta al recién nacido prematuro. “El objetivo de este estudio observacional fue analizar las características y el impacto de los factores de riesgo perinatales en la severidad de la displasia broncopulmonar” (DBP), explica el Dr. Manuel Sánchez Luna, jefe del servicio de neonatología del Hospital Gregorio Marañón y director de este proyecto impulsado por la Fundación IMAS. La base de datos cuenta con información de 1.755 pacientes provenientes de más del 80% de los centros del Sistema Nacional de Salud que tratan esta patología.


“El 90,6% de los pacientes incluidos tenía menos de 30 semanas de gestación. La edad más frecuente fue 27,1 semanas de gestación y la media de peso al nacer, 885 gramos. Un 52,5% de los pacientes fueron diagnosticados con DBP leve (tipo 1), el 25,3% tenía DBP moderada (tipo 2) y otro 22,2% tenía DBP de grave (tipo 3).


“En pacientes nacidos antes de las 30 semanas de gestación, la mayor parte de los factores de riesgo para las displasias de tipo 2 y 3 estaban asociados al tiempo de exposición de ventilación mecánica”, afirma Cristina Ramos Navarro, neonatóloga del Hospital Gregorio Marañón y secretaria científica de GEIDIS.


Los factores de riesgo prenatales independientes fueron género masculino, volumen deficiente de líquido amniótico (oligohidramnios) y restricción de crecimiento intrauterino. Los factores de riesgo postnatales incluían la necesidad de fracción inspirada de oxígeno (FiO2) mayor de 0,30 en la sala de partos, neumonía nosocomial y una exposición a ventilación mecánica prolongada.


Entre los pacientes con DBP de tipo 3, aquellos que necesitaron FiO2 mayor de 0,30 a las 36 semanas de edad postmenstrual tuvieron mayor morbilidad, durante la hospitalización y al alta, comparado con aquellos con presión positiva nasal pero con FiO2 menor de 0,30.


“Hasta ahora la displasia broncopulmonar era una gran desconocida pero poco a poco estamos consiguiendo entender mejor la enfermedad y dándola a conocer, lo que sin duda impactará en una mejor atención y en la calidad de vida de nuestros pequeños pacientes”, afirma Sánchez Luna, quien es también presidente de la Sociedad Española de Neonatología. “También hemos elaborado una Guía para padres y madres de niños con displasia broncopulmonar” para que conozcan en qué consiste el proceso de la enfermedad y facilitar su labor como cuidadores.


Una de las características principales del registro es que permitirá analizar la evolución de la enfermedad hasta la vida adulta. “Estamos preparando ahora los primeros resultados de seguimiento”, afirma el director de GEIDIS.

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